Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) participan en la gestión del Fondo de Pensiones de la Administración General del Estado, creado para garantizar la jubilación de los empleados públicos y que les ha generado unos ingresos de 1.854.130 euros en los dos últimos años en comisiones.
Ambos sindicatos se han llevado estos ingresos por su gestión, a pesar de que las aportaciones fueron congeladas en 2012 dentro del plan de contención del coste laboral de los empleados públicos. El fondo invierte en Bolsa y destina una parte del dinero a productos de alto riesgo. Las comisiones salen del patrimonio del fondo, es decir, de las pensiones futuras de los funcionarios.
El plan de pensiones está participado en un 70% por BBVA y en un 30% por CCOO y UGT. Según confirman fuentes sindicales “en realidad todo el trabajo de gestión lo hace la entidad financiera, por lo que las centrales se limitan a recibir el dinero de las comisiones, además, al no haber aportaciones nuevas no hay trabajo que realizar que deba ser premiado con comisiones. CCOO y UGT garantizan el negocio a la entidad financiera, que los incluye en la gestión como una cuota política necesaria”.
Un negocio redondo y legal, pero de dudosa legitimidad teniendo en cuenta que las organizaciones que dirigen Cándido Méndez e Ignacio Fernández Toxo llevan años clamando contra el mercado y atacando al negocio financiero. No es la primera vez que se pone de manifiesto esta paradoja, ya que CCOO y UGT han estado en los consejos de administración de las cajas de ahorros y sus directivos han cobrado jugosos sueldos, que aún se mantienen tras convertirse en bancos, tal como avanzó Okdiario.
Respecto a la estructura patrimonial, el fondo de pensiones de los funcionarios no invierte exclusivamente en activos financieros seguroso conservadores. A 31 de agosto de 2015 la estructura de la cartera estaba compuesta por un 62% de renta fija (deuda pública y corporativa), un 25,6% de renta variable (fondos de inversión y acciones de empresas), un 10,6% en activos monetarios (que aportan liquidez) yun 1,8% en inversiones alternativas (de alto riesgo).
En la oficina del partícipe de la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) se publican los “principios de la política de inversión” del fondo, en un documento en el que se advierten de los riesgos que conllevan las inversiones alternativas. En concreto, se destina el dinero a la compra de opciones y futuros, derivados y complejos swaps.
El patrimonio total del fondo de pensiones es de 648,30 millones de euros y la rentabilidad acumulada desde el inicio (noviembre de 2004) es del 4,13%. En los años en los que CCOO y UGT ingresaron los 1,8 millones de euros en comisiones de gestión, el plan obtuvo una rentabilidad del 8,49% en 2013 y del 6,61% en 2014, debido al mayor interés que se obtuvo por las inversiones en deuda pública por el aumento de la desconfianza de los inversores que se trasladó a la prima de riesgo. El 60% de la renta fija del fondo está invertido en bonos del Estado.
No es el único negocio financiero de CCOO y UGT. Ambas organizaciones obtienen jugosos dividendos de su participación en los planes de pensiones privados de Telefónica y Argentaria (hoy BBVA) que fueron heredados tras la privatización de ambas compañías. Así, poseen parte de Gestión de Previsión y Pensiones (BBVA) y de Fonditel (Telefónica), gestoras que están entre las diez mayores del mercado español. Además, UGT participa en el negocio asegurador a través de Atlantis.