7 de mayo de 2014
FEP-USO Andalucía denuncia la demagogia de la Junta y su falta de respeto a los funcionarios y empleados públicos en el asunto de las PAGAS EXTRAS.(Nota de prensa).
FEP-USO denuncia la demagogia de la Junta de Andalucía y su
falta de respeto a los funcionarios y
empleados públicos en el asunto de las pagas extras
NOTA DE PRENSA
La Federación de Empleados Públicos de la Unión Sindical
Obrera (FEP-USO) en Andalucía entiende
que la consejera andaluza de Hacienda y Administración Pública, María Jesús
Montero, falta al respeto a los funcionarios y empleados públicos cuando deja,
ahora, en manos del Gobierno central la posibilidad de que el ejecutivo
autonómico retribuya íntegramente las
pagas extras de junio y diciembre de 2014.
Según Montero, si el Ministerio de Hacienda modifica el
objetivo de déficit para este año del 1 al 1,3%, con unos 420 millones de
euros, que le corresponderían a Andalucía del conjunto de las comunidades, se
podría restituir el pago de los complementos autonómicos de las pagas extras.
A estas alturas, después de tener conocimiento diario a
través de los medios de comunicación, la Policía, la Justicia o la Cámara de Cuentas
de los miles de millones del presupuesto público que, presuntamente, se han
extraviado en EREs fraudulentos, cursos de formación falsos o inversiones en empresas irreales, que la
consejera de la Administración Pública andaluza se marque este farol es
indignante para el colectivo al que intenta chantajear con una estrategia mil
veces repetida en convocatorias electorales anteriores.
De nuevo, la Junta
de Andalucía intenta utilizar a su personal en clave electoralista y recurre a la demagogia política para
intentar obtener votos de un colectivo al que ha maltratado reiteradamente en
los últimos cinco años. Mientras, ha
mantenido los privilegios del colectivo de altos cargos, tanto de la
Administración oficial como paralela, que ha seguido engordando a pesar de la
crisis económica.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAPCo4cP-zdUtlRnK_96SMmAO6NUZP4PiWWlSa4rv7K8pfJXMbtc3l0T7OtXcKAmMI2UCYFuTWPjXhJlz1flG77eo0AXqlkbTXCwJ1B1eJe-1sxLYcKDdf08kXf0fEAt76Pvtpsu9blgbO/s1600/paga_extra.jpg)
Llovía sobre mojado. En el año 2010, el gobierno de
Rodríguez Zapatero inauguró una etapa de austeridad que, mantenida por el
ejecutivo de Rajoy, ha derivado en una
pérdida de poder adquisitivo superior al 30 % en la Administración andaluza.
Porque a las imposiciones estatales, los funcionarios y
empleados públicos andaluces suman el expolio sobrevenido por los recortes
adicionales impuestos por su gobierno autónomo, muy por encima de los
establecidos en otras comunidades.
Había que castigar al funcionariado andaluz por insurrecto y,
en 2012, el plan de ajuste económico-financiero sirvió como excusa para
perpetrar un segundo atraco a sus derechos laborales y sociales. Así
consolidaba el menosprecio generalizado al colectivo que supuso la Ley de
reordenación del sector público aprobada en 2011.
La usurpación de funciones, la externalización de
servicios, la escasa o nula oferta pública de empleo, la no cobertura de
vacantes, los despidos improcedentes, la reducción del tiempo de contratación,
la falta de inversiones en personal e infraestructuras, la erradicación de las
ayudas de acción social y la
paralización de concursos son sólo algunas de las agresiones sufridas en los
últimos años.
Datos
contra la demagogia
Más de 16.000 puestos de trabajo se han perdido en este
periodo en el sector público andaluz, mayoritariamente en los ámbitos
sanitario, educativo, social y en la Administración de Justicia. Entre tanto,
no deja de ampliarse la relación de cargos directivos, dentro de la Función
Pública y fuera, en el ‘’entramado paralelo’’, donde disfrutan de sueldos desorbitados y prebendas inalcanzables para
la plantilla de funcionarios y empleados públicos mileuristas, mucho menos para
el millón de andaluces que sobrevive con 400 euros mensuales.
Más de 3.000 puestos de libre designación mantiene en
nómina la Administración andaluza, que ha duplicado en los años de crisis la
productividad de sus directivos. Más de 500 entramados semipúblicos, la mayoría
perfectamente prescindibles por ineficaces, -y cuyas cúpulas ocupan exaltos
cargos y un extenso plantel de allegados al
tripartito sindicopatronal-, mantiene el mermado presupuesto público
andaluz.
Ante todo ello, FEP-USO Andalucía
lamenta que la excusa de los recortes del gobierno central continúen siendo el
argumento persistente, en un gobierno
que se llama de izquierdas, para suspender de cuajo derechos laborales y prestaciones
sociales, no sólo de los empleados públicos, sino de la población en general.
Porque las políticas de austeridad han lesionado gravemente
los pilares del estado del bienestar. La
educación, la sanidad y los servicios sociales son los sectores más debilitados
por una estrategia de salida a la
crisis que constituye en la práctica una
gran estafa para la mayoría social, cada vez más empobrecida.
Contra el
derroche y el oportunismo
Respecto a las declaraciones del vicepresidente y consejero
de Administración Local y Relaciones Institucionales, Diego Valderas (IU), que
ha discrepado de la consejera Montero alegando que, antes de dar respuesta al
sacrificio realizado por los funcionarios, hay que dar respuesta al que están
haciendo miles de familias en paro, FEP-USO Andalucía propone que el
representante de IU en el cogobierno, en lugar de intentar enfrentar a los
trabajadores se aplique su propia receta y proponga una rebaja de los
emolumentos de los todos políticos y altos cargos de la Administración andaluza
y sus anexos. Podría empezar por plantear en el próximo consejo del co-gobierno
acabar con el derroche que mantienen en partidas absolutamente prescindibles
para el conjunto de la ciudadanía.
Por último, en relación a los sindicatos que se jactan de haber
conseguido lo que califican como un éxito,
USO lamenta que se presten a
ser “voceros” y brazo ejecutor de la consejera del ramo en su estrategia
demagógica y de falta de respeto a los trabajadores.
Y reclama, finalmente, de todos los empleados públicos de la
Administración andaluza que tomen nota de las organizaciones sindicales
que intentan utilizarlos, también en
clave electoral.
La Unión Sindical Obrera,
enarbolando sus valores tradicionales de autonomía, honradez y transparencia,
continuará trabajando en la defensa de los derechos de los empleados de la
Función Pública desde la dignidad que merecen, perfectamente compatibles con
los derechos de todo el colectivo de trabajadores de Andalucía.