3 de abril de 2008
CARTA AL SR. MINISTRO DE JUSTICIA
Al Sr. Ministro de Justicia,
Don Mariano Bermejo.
Desde Andalucía, a 3 de abril de 2008.
Sr. Ministro:
Este sindicato que se dirije a Ud. participó, como sindicato representativo de los funcionarios judiciales a nivel del Estado, en la Mesa Sectorial de Justicia de su departamento, hasta que el Gobierno del que Ud. ahora (no entonces) forma parte, impulsó una reforma legal que hizo más onerosos los resultados computables para estar presentes en dicha Mesa de Negociación, lo que determinó nuestra más que discutible exclusión de la misma.
Este mismo sindicato, sin embargo, participa actualmente como sindicato representativo de la Administración de Justicia, en las Mesas de Negociación de diversas Comunidades Autónomas, entre otras, la de Andalucía, lugar desde el que le remitimos esta misiva. No obstante, y a pesar de no disponer de representatividad suficiente en los órganos centrales y de los territorios no transferidos, mantenemos en él numerosos afiliados y simpatizantes, y en defensa de los derechos de los mismos, presentamos en su momento oportuno, entre otros, el correspondiente preaviso de la huelga que continúa desarrollándose en el indicado ámbito de su competencia.
Nos impulsa a remitirle esta carta abierta, el conocimiento que hemos tenido de lo acontecido en la última reunión negociadora con el Comité de Huelga y el resultado del referéndum por el que los funcionarios judiciales que mantienen este conflicto laboral se han pronunciado masivamente en contra de aceptar lo que su departamento ha ofrecido, se supone, con la intención de solucionarlo.
Es nuestra firme convicción sindical el mantenernos siempre bien alejados de la demagogia, pero muy muy cercanos a lo que estimamos justo, por eso consideramos un deber hacerle llegar en estos momentos algunas reflexiones que, si Ud. llegara en algún momento a leer esta carta (aunque tampoco hace falta; la decisión expresada ayer por los funcionarios judiciales debería ser suficiente incentivo para invitarle a ello), quizás considerara oportuno compartir de alguna forma.
Verá; la inaceptable situación de los funcionarios judiciales que administra directamente el Ministerio de Justicia no es nueva, ni Ud. la ha generado. Es algo que se arrastra desde hace más de una década. Bien es cierto que antes de su llegada, el Gobierno actual sólo contribuyó a agravarla. En el período anterior a su llegada, lo más significativo fue el claro endurecimiento de nuestro régimen disciplinario (más gravoso que el establecido para los Jueces) y la ausencia casi absoluta de voluntad negociadora (recordamos con tristeza todavía un Acuerdo de gran alcance para poner en marcha el desarrollo reglamentario de la Ley Orgánica del Poder Judicial alcanzado por el Ministerio de Justicia con un solo sindicato en pírrica minoría, frente a la queja abierta de los otros seis sindicatos presentes en Mesa). Sin embargo, es a Ud. al que corresponde ahora la responsabilidad de ofrecer un principio de solución mínimamente justa a esta situación. Y hasta ahora, evidentemente no lo ha conseguido.
Por la actitud que, desde la distancia apreciamos de Ud. en esta cuestión, parece basar la cerrazón a acceder a las pretensiones sindicales en que estima que, si se está pagando más a los funcionarios judiciales en las Comunidades Autónomas con competencias transferidas, es porque en ellas los políticos son más blandengues, y que el Ministerio tiene, por el contrario, que dar ejemplo de inflexibilidad. Por cierto, esta inflexibilidad sólo la muestran Udes. con los funcionarios judiciales, porque a los Jueces y Fiscales acaban de duplicarles el complemento de destino (mientras las cabezas de algunos funcionarios huelguistas recibían algún que otro mamporro policial); misma operación que, antes que Ud., ya hicieron sus predecesores para bien de los Secretarios Judiciales, primero, y luego, con los Médicos Forenses.
Pues bien, le aclaramos que el actual estado de la cuestión autonómica en materia de Administración de Justicia corresponde a un diseño apresurado del Gobierno saliente en 1996 (que gestionaba el partido del actual Gobierno) y que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que el Gobierno luego entrante aprobó a finales de 2003 (Gobierno gestionado por el hoy principal partido de la oposición), que prometía integración en nuevos Cuerpos, sueldos más dignos y reforma de la Oficina Judicial –no emprendida aún, por cierto, por cuestiones que sólo a Udes competen- , igual que supuso un aumento del sueldo base, simultáneamente acarreó una rebaja paralela de nuestro complemento de destino (hoy complemento provisional de puesto), con lo que nuestras nóminas quedaron estancadas en la misma miseria de siempre.
¿Qué es lo que está pasando realmente en las Comunidades Autónomas con competencias transferidas? Pues que se está negociando, es decir, en ellas los políticos no se pueden permitir mantenerse tanto tiempo encima del pedestal respecto a sus funcionarios, como pueden hacer Udes. ahí en el centro del Estado, y se ven forzados a bajar a la arena. Y, dentro de ella, créanos, cuesta mucho mantener funcionarios de primera (los propios de cada Administración Autonómica, con altos complementos específicos y productividad) y funcionarios de segunda (los de la Administración de Justicia, con endebles complementos variables y complementos “de destino” irrisorios).
¿Por qué no hace Ud. nada por homologar de alguna forma las retribuciones de sus funcionarios judiciales con los de las Comunidades Autónomas? Tenga en cuenta que lo que piden los funcionarios en huelga es una cantidad (200 € de subida) que, aun otorgándosela íntegramente, tampoco coloca a nuestros compañeros “no transferidos” en la vanguardia retributiva, precisamente. Pero, al menos, serviría para arrimarlos a la onda. ¿Tiene algo que ver eso que Ud. pareció decir acerca de que los funcionarios judiciales estamos mal preparados y que quizás seamos algo improductivos –o algo similar? Bueno, Ud. es Fiscal de profesión, y no sabemos de dónde ha sacado tan mala impresión del personal judicial, que no tenga al mismo tiempo de sus propios compañeros de la Fiscalía. O, por atribuirle mayor sensatez, quizás se trate de una simple manifestación que Ud. haya hecho “para salir del paso”. Lléguese a cualquier oficina judicial y observe atentamente quién trabaja y quién no, quién da de sí más de lo que debe, y quien no hace más que escurrir el bulto. Tal vez (nosotros estamos seguros de ello) encuentre que aquella apreciación “de circunstancia” no tenga una aplicación general entre los funcionarios de Gestión, Tramitación y Auxilio Judiciales. Y, por ahorrarnos la demagogia fácil, simplemente añadiremos que, no obstante ello, a todos los demás han consentido Udes. subirle significativamente la nómina sin comentarios como éstos que aludimos, totalmente fuera de lugar.
Sr. Ministro, reflexione. Ser justo, no es ser vencido. Y en las peticiones de sus funcionarios judiciales hay mucho de justicia. Dé el paso necesario para superar esta situación que nadie quiere. Oiga la música que interpretan los funcionarios judiciales que gestiona su departamento, no la pueden tocar más alto y más claro: el buen músico, cuando se equivoca, debe saber que está siempre a tan solo medio tono de una nota correcta. Moverse un poco significa dejar de estar desafinado; en nuestro caso, si diera Ud. el paso que le solicitamos, eso supondría arreglar de una vez por todas esta injusta situación.
Don Mariano Bermejo.
Desde Andalucía, a 3 de abril de 2008.
Sr. Ministro:
Este sindicato que se dirije a Ud. participó, como sindicato representativo de los funcionarios judiciales a nivel del Estado, en la Mesa Sectorial de Justicia de su departamento, hasta que el Gobierno del que Ud. ahora (no entonces) forma parte, impulsó una reforma legal que hizo más onerosos los resultados computables para estar presentes en dicha Mesa de Negociación, lo que determinó nuestra más que discutible exclusión de la misma.
Este mismo sindicato, sin embargo, participa actualmente como sindicato representativo de la Administración de Justicia, en las Mesas de Negociación de diversas Comunidades Autónomas, entre otras, la de Andalucía, lugar desde el que le remitimos esta misiva. No obstante, y a pesar de no disponer de representatividad suficiente en los órganos centrales y de los territorios no transferidos, mantenemos en él numerosos afiliados y simpatizantes, y en defensa de los derechos de los mismos, presentamos en su momento oportuno, entre otros, el correspondiente preaviso de la huelga que continúa desarrollándose en el indicado ámbito de su competencia.
Nos impulsa a remitirle esta carta abierta, el conocimiento que hemos tenido de lo acontecido en la última reunión negociadora con el Comité de Huelga y el resultado del referéndum por el que los funcionarios judiciales que mantienen este conflicto laboral se han pronunciado masivamente en contra de aceptar lo que su departamento ha ofrecido, se supone, con la intención de solucionarlo.
Es nuestra firme convicción sindical el mantenernos siempre bien alejados de la demagogia, pero muy muy cercanos a lo que estimamos justo, por eso consideramos un deber hacerle llegar en estos momentos algunas reflexiones que, si Ud. llegara en algún momento a leer esta carta (aunque tampoco hace falta; la decisión expresada ayer por los funcionarios judiciales debería ser suficiente incentivo para invitarle a ello), quizás considerara oportuno compartir de alguna forma.
Verá; la inaceptable situación de los funcionarios judiciales que administra directamente el Ministerio de Justicia no es nueva, ni Ud. la ha generado. Es algo que se arrastra desde hace más de una década. Bien es cierto que antes de su llegada, el Gobierno actual sólo contribuyó a agravarla. En el período anterior a su llegada, lo más significativo fue el claro endurecimiento de nuestro régimen disciplinario (más gravoso que el establecido para los Jueces) y la ausencia casi absoluta de voluntad negociadora (recordamos con tristeza todavía un Acuerdo de gran alcance para poner en marcha el desarrollo reglamentario de la Ley Orgánica del Poder Judicial alcanzado por el Ministerio de Justicia con un solo sindicato en pírrica minoría, frente a la queja abierta de los otros seis sindicatos presentes en Mesa). Sin embargo, es a Ud. al que corresponde ahora la responsabilidad de ofrecer un principio de solución mínimamente justa a esta situación. Y hasta ahora, evidentemente no lo ha conseguido.
Por la actitud que, desde la distancia apreciamos de Ud. en esta cuestión, parece basar la cerrazón a acceder a las pretensiones sindicales en que estima que, si se está pagando más a los funcionarios judiciales en las Comunidades Autónomas con competencias transferidas, es porque en ellas los políticos son más blandengues, y que el Ministerio tiene, por el contrario, que dar ejemplo de inflexibilidad. Por cierto, esta inflexibilidad sólo la muestran Udes. con los funcionarios judiciales, porque a los Jueces y Fiscales acaban de duplicarles el complemento de destino (mientras las cabezas de algunos funcionarios huelguistas recibían algún que otro mamporro policial); misma operación que, antes que Ud., ya hicieron sus predecesores para bien de los Secretarios Judiciales, primero, y luego, con los Médicos Forenses.
Pues bien, le aclaramos que el actual estado de la cuestión autonómica en materia de Administración de Justicia corresponde a un diseño apresurado del Gobierno saliente en 1996 (que gestionaba el partido del actual Gobierno) y que la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial que el Gobierno luego entrante aprobó a finales de 2003 (Gobierno gestionado por el hoy principal partido de la oposición), que prometía integración en nuevos Cuerpos, sueldos más dignos y reforma de la Oficina Judicial –no emprendida aún, por cierto, por cuestiones que sólo a Udes competen- , igual que supuso un aumento del sueldo base, simultáneamente acarreó una rebaja paralela de nuestro complemento de destino (hoy complemento provisional de puesto), con lo que nuestras nóminas quedaron estancadas en la misma miseria de siempre.
¿Qué es lo que está pasando realmente en las Comunidades Autónomas con competencias transferidas? Pues que se está negociando, es decir, en ellas los políticos no se pueden permitir mantenerse tanto tiempo encima del pedestal respecto a sus funcionarios, como pueden hacer Udes. ahí en el centro del Estado, y se ven forzados a bajar a la arena. Y, dentro de ella, créanos, cuesta mucho mantener funcionarios de primera (los propios de cada Administración Autonómica, con altos complementos específicos y productividad) y funcionarios de segunda (los de la Administración de Justicia, con endebles complementos variables y complementos “de destino” irrisorios).
¿Por qué no hace Ud. nada por homologar de alguna forma las retribuciones de sus funcionarios judiciales con los de las Comunidades Autónomas? Tenga en cuenta que lo que piden los funcionarios en huelga es una cantidad (200 € de subida) que, aun otorgándosela íntegramente, tampoco coloca a nuestros compañeros “no transferidos” en la vanguardia retributiva, precisamente. Pero, al menos, serviría para arrimarlos a la onda. ¿Tiene algo que ver eso que Ud. pareció decir acerca de que los funcionarios judiciales estamos mal preparados y que quizás seamos algo improductivos –o algo similar? Bueno, Ud. es Fiscal de profesión, y no sabemos de dónde ha sacado tan mala impresión del personal judicial, que no tenga al mismo tiempo de sus propios compañeros de la Fiscalía. O, por atribuirle mayor sensatez, quizás se trate de una simple manifestación que Ud. haya hecho “para salir del paso”. Lléguese a cualquier oficina judicial y observe atentamente quién trabaja y quién no, quién da de sí más de lo que debe, y quien no hace más que escurrir el bulto. Tal vez (nosotros estamos seguros de ello) encuentre que aquella apreciación “de circunstancia” no tenga una aplicación general entre los funcionarios de Gestión, Tramitación y Auxilio Judiciales. Y, por ahorrarnos la demagogia fácil, simplemente añadiremos que, no obstante ello, a todos los demás han consentido Udes. subirle significativamente la nómina sin comentarios como éstos que aludimos, totalmente fuera de lugar.
Sr. Ministro, reflexione. Ser justo, no es ser vencido. Y en las peticiones de sus funcionarios judiciales hay mucho de justicia. Dé el paso necesario para superar esta situación que nadie quiere. Oiga la música que interpretan los funcionarios judiciales que gestiona su departamento, no la pueden tocar más alto y más claro: el buen músico, cuando se equivoca, debe saber que está siempre a tan solo medio tono de una nota correcta. Moverse un poco significa dejar de estar desafinado; en nuestro caso, si diera Ud. el paso que le solicitamos, eso supondría arreglar de una vez por todas esta injusta situación.
